"La Hostería todavía guarda esa magia
de los primeros tiempos de Pinamar"
También podrás contemplar el mar al atardecer desde nuestro living tomando un rico te o café con deliciosas cosas dulces que invita a relajarse y disfrutar el entorno, sereno y meditabundo donde las frases de nuestra pizarra siempre certeras que coinciden con un momento especial de nuestra vida. Queremos que se sienta en su casa, tenemos un deck para hacer yoga por las mañanas bajo los árboles escuchando el sonido de el carrillón y contemplando los atardeceres viendo el mar. Podrán tomar clases de Yoga y Meditación rodeados de vegetación y escuchando el canto de los pájaros, un lugar ideal para estos ejercicios. Todo eso y más es Belvedere la Hostería que volvió para quedarse renovada pero siempre manteniendo el encanto de nuestros pioneros de un Pinamar con presencia.
Durante el año se dictaran cursos de técnicas de respiración de La Fundación El Arte de Vivir, retiros de Ayurveda y biodecodificación. Habrá diferentes charlas y talleres que nos ayuden a concientizarnos para poder vivir con mayor plenitud y alegría.
La hostería se encuentra a metros del mar, con un hermoso jardín y solarium; cuenta además con habitaciones entre dobles, triples, deptos. conjugados con capacidad para 4 pasajeros (ideal para familias o grupos), también disponemos de habitaciones singles. El desayuno muy completo y saludable, se sirve en un salón muy cómodo con buena vista, música suave y dedicada atención.
Si recorren nuestro pasillo de planta baja te encontrás con un cómodo lobby para relajarte y leer, subiendo por la escalera interna concluye en nuestro desayunador donde servimos nuestro rico y sano desayuno continental superior, con tortas elaboradas en el hotel, fruta fresca, yogurt, cereales, panificados, dulces del sur y jugos naturales.
La Hostería Belvedere, fue en su origen 1948 la casa del Ingeniero Uranga Bunge. En el año 1950 fue comprada por la familia Negrini, que la adquirió como casa de vacaciones. Gina y Pierluigi Negrini eran muy hospitalarios y les encantaba juntarse con amigos e invitarlos a comer (Gina cocinaba muy bien). De ahí surgió la idea de porqué no hacer un Residencial (las hosterías no existían en esa época) eran buenos anfitriones, tenían varias habitaciones, un comedor grande y un corazón más grande aún.
Así nace en 1955/56 la hoy Hostería Belvedere. Como su nombre lo indica un lugar con una vista privilegiada. Todavía guarda esa magia de esos tiempos, construcción sólida, muebles de época, parte de la vista al mar se conserva intacta. Sus dueños Franco y Gabriel Negrini la han mantenido como un tesoro familiar. Hoy re-acondicionada con mayor confort, diferenciándose del resto de la hotelería por mantener la magia de los bellos años del Pinamar de los pioneros y su hermoso jardín con vista al mar. Podemos decir que fue el primer Residencial del Partido.
